Tratamiento de endodoncia
El tratamiento de endodoncia, también conocido como tratamiento de conductos, consiste en limpiar y desinfectar el interior del diente, eliminando la pulpa dental que ha sido afectada por caries profundas, fracturas o infecciones.
Una vez desinfectados los conductos radiculares, se sellan cuidadosamente para evitar futuras complicaciones. El objetivo principal de la endodoncia es conservar la pieza dental y devolverle su funcionalidad, evitando la necesidad de una extracción. Es un procedimiento seguro y eficaz que alivia el dolor y permite mantener la estructura natural del diente.

¿En que consiste?
La endodoncia se realiza bajo anestesia local para garantizar una experiencia cómoda y sin dolor. Utilizando aislamiento absoluto, se accede al interior del diente y, con instrumentos especiales llamados limas endodónticas, se limpian y desinfectan cuidadosamente los conductos radiculares. Una vez libres de tejido dañado o infectado, los conductos se sellan con un material biocompatible que evita nuevas infecciones y permite conservar la pieza dental de forma segura y funcional.
Duración: 60 -90 min. aproximadamente

¿Cuando se necesita un tratamiento endodóntico?
El tratamiento endodóntico es necesario cuando la pulpa dental se inflama o se infecta. Esto puede ocurrir por varias causas: caries profunda, traumatismos o fracturas en el diente.
Si no se trata la inflamación o la infección de la pulpa, puede presentarse dolor intermitente o constante y, a veces, puede aparecer una fístula (con supuración).
Sintomas:
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Dolor dental
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Sensibilidad prolongada al frío y al calor
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Inflamación
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Cambio de coloración del diente
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Aparición de fístula





